Y MANOLO CELEBRÓ.

España rompió el maleficio, aquel que decía, que no ganaba en instancias decisivas, aquella que lo etiquetaba como equipo arrugón.

En etapa de grupo, mostró un buen juego, que le permitió obtener puntaje perfecto, nueve puntos, superando A Rusia, Suecia y Grecia.

En ese momento, asomó, como uno de los tres mejores equipos (los otros fueron Portugal y Holanda); sin embargo nadie pensó, más allá de Manolo y compañía, que los rojos llegaban hasta la final.

En cuartos, derrotó al Campeón del Mundo, Italia, tras un empate a cero, donde los ibéricos fueron siempre quienes propusieron juego, en la instancia de penales por 4 a 2, con dos contenciones de Casillas.

En semis, se cruzó Rusia nuevamente, quien había eliminado a Holanda por 3 a 1.

España venció por 3 a 0, mostrando solidez en todas las líneas, no dejando dudas, respecto al merecimiento del triunfo.

En la final asomó Alemania, ganador de 3 Eurocopas y 3 Mundiales.

Alemania comenzó mejor, Casillas pasó algunos sustos, los jugadores españoles, parecían estar nerviosos; sin embargo, de a poco se fueron afirmando en la cancha y fue Torres en el minuto 32, quién aprovechó una falla en la defensa alemana, para picarla ante la salida de Lehmann.

Tanto que se convirtió, en el de la victoria y del campeonato.

En el segundo tiempo Alemania fue bien contrarrestada por el medio campo español, Ballack no pudo con Senna, y el alemán terminó dándole a lo que se moviera.

España, tuvo un par de oportunidades que fueron desperdiciadas, para terminar con el nerviosismo del Rey.

Pero no importó, Alemania no hizo nada por empatar el partido.

España se quedó con la Copa, que Iker Casillas tomó fuerte, para callar a quienes decían, que los españoles no levantan trofeos de los que valen.

Rodrigo Martínez. Comentarista Programa Uno por Lado.